Es
evidente que en el mundo se están produciendo cambios políticos,
económicos y sociales, por lo que desde este blog queremos darle al
lector una idea de cómo esta metamorfosis afecta al comercio
internacional, pero sobre todo, queremos aportar información que les
permita formarse con realidades que están implícitas en el día a
día y que por lo general no somos capaces de ver. En este artículo
expresamos nuestra opinión personal de lo que algunos países en
desarrollo deberían de hacer para ser desarrollados definitivamente
basándose en su potencial comercial de exportación proveniente de
la riqueza de sus recursos naturales que deberán ir transformando
cada vez más en productos elaborados.
Las
teorías de cómo funcionan las cosas datan de mucho tiempo atrás y
no son innovadoras. Daniel Defoe en 1725 describió cómo el monarca
Túdor, Enrique VII (1485-1509), transformó Inglaterra de un país
exportador de lana en bruto en una fábrica de productos laneros a
todo el mundo a través de políticas caracterizadas por medidas
proteccionistas a la industria interna y altos tipos de aranceles
aplicados a la lana llegada del exterior. También Ulises Grant
describía cómo Inglaterra durante dos siglos había confiado y
aplicado medidas de protección extremas obteniendo resultados
satisfactorios a los cuales debía su fortaleza. Hasta que la
protección ya no tenía nada que ofrecerle; en aquel entonces Ulises
propuso que Estados Unidos una vez hubiera obtenido todo lo posible
de la protección adoptaría el libre comercio y ya sabemos que desde
1872 superaron al Reino Unido como primer potencia económica
mundial. En 1885 Friedrich List hizo una simple ejemplificación
sobre lo que la doctrina de Adam Smith profesaba, utilizando la idea
en la que un país usa una escalera para subir a una cima de gloria
inalcanzable para encontrarse en una situación de ventaja sobre el
resto y una vez allí patear la escalera por la que ha subido,
privando así al resto de subir por la misma. Objetivamente, estas
medidas habían consistido en elevar el poder industrial y la
capacidad del comercio internacional del país a través de aranceles
proteccionistas y restricciones, hasta tal punto de desarrollo que
ninguna otra nación podía sostener una libre competencia contra
ellos, y a partir de ese momento, sabiamente eliminaron esas medidas
y predicaron a otras naciones los beneficios del libre comercio,
obviamente asumiendo que el planteamiento anterior estuvo equivocado
y que ahora estaba en el camino correcto. No olvidemos lo que
explicamos en el artículo “Desentrañando los entresijos del Comercio Internacional”, donde
analizábamos cómo Estados Unidos en 1973 nuevamente impuso
unilateralmente su moneda bajo la falsa premisa de que eran la mayor
economía dados sus lazos comerciales extendidos en todo el mundo,
cuando en realidad estaban en quiebra y no podían mantener el
tratado de Bretton Woods, ya que no podían continuar con la
convertibilidad del dólar al oro, por lo que dejaron fluctuar
libremente al dólar respecto al resto de monedas y declararon su
moneda no convertible en oro. Esta situación, en la que la mayoría
de los países también se vieron abocados a abandonar el patrón oro
en favor del patrón dólar, permitió que Estados Unidos continuara
con su hegemonía a costa de una distribución ampliamente desigual
del crecimiento con el resto del mundo del que obtenía sus riquezas
pagando con su propia moneda.
Ahora,
y desde la crisis financiera, existen muchos expertos que pronostican
el declive de EEUU, tales como el intelectual argelino Sami Naïr,
quien hace poco ha afirmado que el deterioro norteamericano ya ha
comenzado de forma lenta y larga, reorganizándose el apogeo en tres
posibles actores: China, Alemania y Rusia, compartiendo así, más el
poder entre diferentes naciones. En su análisis encuentra que en
Europa Alemania ha pasado a dirigir más que Francia, siendo más
evidente desde la crisis del euro, porque al inicio existía mayor
paridad estratégica entre ambos. Es indudable que Alemania es una
potencia de dirección mundial, dejando en Europa en segundo plano
tanto a Francia como a Reino Unido, e incluso puede hablar de igual a
igual con Estados Unidos transcurridos 70 años desde el final de la
Segunda Guerra Mundial en base a lo explicado en nuestro artículo
“El mercado Europeo y su motor Aleman”.
Sin embargo, Ucrania puso en juego cuestiones económicas clave, como
son la ampliación del área de influencia del mercado europeo y la
dependencia energética de Alemania respecto de Rusia (leer “Cómo el conflicto en Ucrania afecta al comercio internacional”).
Por otro lado, Francia aún en el bando de los ricos, se ha
encallado, por lo que no sorprende en sus calles una completa
unanimidad contra Europa, habiendo ganado en las últimas elecciones
europeas un partido anti europeo. Un dato que también enciende las
alarmas es que de las 500 empresas mundiales creadas después de
1975, menos de 5 son europeas. Europa ahora está dividida, unos como
Alemania que quieren estabilidad y poca inflación, y otros como
España e Italia, que necesitan crecimiento e inflación para aliviar
sus deudas. Esto conlleva que crezca el descontento en varios países.
Las explicaciones de por qué se ha llegado a la nostalgia y el
descontento radican en la decadencia relativa de Europa frente a
China y otras potencias emergentes, en la incapacidad para establecer
un sistema de participación y control democrático que permita
sentirse representados a los ciudadanos, y en la pujanza alemana. A
su favor, Europa tiene la cultura más increíble y con más
diversidad del mundo pudiendo ser la semilla de crecimiento de
empresas tecnológicas, porque la cultura permite la comunicación
entre la gente. También, es un continente antiguo ampliamente
desarrollado que ha pesar de las diferencias, permanece unido y que
ha contado con el apoyo norteamericano desde la Segunda Guerra
Mundial, por lo tanto, Alemania no conseguiría ser potencia mundial
para nosotros. Rusia con su líder político actual, Vladimir Putin,
ha tomado un papel relevante en el contexto internacional
evidenciando un distanciamiento cada vez mayor de la Unión Europea y
Estados Unidos, por lo que esperamos que estos nuevos acontecimientos
no devengan con el tiempo en conflictos bélicos que en definitiva
son un perjuicio para las sociedades de los países afectados, por lo
que tampoco creemos que jueguen un papel preponderante como potencia
económica mundial ya que también dejan mayor protagonismo a China.
Analizando
China, desde 2009 ha superado a EEUU como mayor consumidor de energía
del mundo de forma más rápida de lo que se esperaba, ya que no se
vio afectada por la crisis financiera global. Su consumo de energía
per cápita se encuentra aproximadamente en un tercio de la media de
los países de la OCDE dándonos una idea de que seguirá siendo
creciente su consumo en la medida en que el país siga creciendo
económicamente. La demanda de energía hubiese sido mucho mayor si
el Gobierno Chino no hubiese puesto los esfuerzos requeridos para
frenar la cantidad necesaria de energía para producir una unidad
monetaria de producto interior bruto (Intensidad Energética),
invirtiendo en eficiencia energética con el desarrollo e
implantación de energías renovables. Así, China también consiguió
adelantar a EEUU en inversiones de energías renovables según un
estudio del Pew Charitable Trust (invirtió 36 mil millones de
dólares frente a casi 19 mil millones de EEUU). También supera a
España como tercer potencia eólica mundial con sus 20GW de potencia
eólica instalada y esta empezando a apostar más por la energía
nuclear en vez de las centrales térmicas de carbón. También,
compradores y empresas de China aspiran a convertirse en los mayores
terratenientes de EEUU y han empezado a inundar Detroit apodada la
ciudad del motor y conocida antiguamente como la ciudad mayor
industrializada del mundo por registrar el mayor ingreso per cápita
del país, pero que hoy en día es la mayor bancarrota de la historia
estadounidense. Para salir de su particular infierno, el gobernador
de Michigan, Rick Snyder, parece estar convencido de que China puede
jugar el papel de salvador para esta ciudad por lo que solicitará 50
mil visados federales especiales de inmigración en los próximos
cinco años para atraer a profesionales extranjeros dispuestos a
trabajar y vivir en la ciudad, siendo una realidad que muchas
empresas chinas ya están echando raíces en Detroit invirtiendo en
empresas estadounidenses de nuevas tecnologías en vehículos,
vendiendo desde cinturones de seguridad hasta los amortiguadores en
tiendas al por menor. A su vez, contratan a ingenieros y diseñadores
con experiencia, en un intento por adquirir el talento y la
experiencia de los fabricantes de automóviles estadounidenses. En
estos momentos donde China estaría desbancando como primera potencia
a los EEUU, está adquiriendo en los últimos años masivamente
tecnología europea y de otros países, por lo que algunos sostienen
que si basa su crecimiento en un modelo de copiar y comprar
tecnología, nunca va a tener una sociedad basada en el conocimiento
emprendedor, pero es evidente que están emprendiendo con su manera
particular de hacer las cosas y tienen éxito.
Hace
muy poco, el Banco Mundial realizó un informe indicando que China
superará a Estados Unidos como primera potencia económica mundial a
finales de este año, y cinco antes de lo previsto. Según este
informe basado en los datos recogidos hasta el 2011, el PIB de China,
ajustado por la paridad del poder de compra, es mucho mayor de lo que
se había calculado con anterioridad, ya que al final de 2011 suponía
el 87% del PIB estadounidense, mientras que apenas seis años antes
era del 72%. Por otro lado, el FMI estimó que en estos cuatro años
China habrá acumulado un crecimiento del 24%, frente al 7,6% de
EEUU, y de confirmarse este dato, supondría que China supera este
mismo año a EEUU como primera economía del mundo en estos términos.
Este nuevo cálculo rompería el pronóstico del FMI que estimó que
esto pasaría en 2019, siempre sobre la base de eliminar el tipo de
cambio sobre el PIB, ya que, si dicho cálculo se hiciera sobre
dólares corrientes, ni el Banco Mundial ni el FMI prevén que esto
se produzca en toda la década, ya que EEUU es todavía dos veces
mayor que China. Por su parte, el Instituto de Estadística Chino
discrepa con la metodología aplicada al cálculo, rechazando los
resultados principalmente por parte de sus autoridades, como si no
desearan ser la primera economía del mundo. Está forma de medir el
PIB, convirtiéndolo en un indicador económico nacional, elimina el
impacto del tipo de cambio en su cálculo, ya que se convierte en una
moneda común haciendo que la paridad del poder de compra sea una
medida más directa que los tipos de cambio para determinar el poder
adquisitivo del dinero. Así, se miden grandes agregados económicos
en función de lo que una unidad monetaria (dólar o euro) es capaz
de comprar en cada país, no obstante, algunos expertos (Arvind
Subramanian y Martín Kessler del Instituto Peterson) dudan que este
indicador sirva para aseverar que China sea la nueva economía
mundial. De todas formas, estos expertos dicen que este nuevo cálculo
permite asegurar que la divisa china cotiza en su valor justo
permitiendo asentar un pilar fundamental del desarrollo de la
economía china que hasta el momento se basaba en una moneda
depreciada para impulsar sus exportaciones, pero sin embargo, de
aprobarse ahora la internacionalización del yuan, habría un impacto
dramático en la economía mundial, mientras que EEUU sigue y seguirá
siendo el principal jugador del sistema financiero global. Volviendo
a la comparación en dólares corrientes afirman que China sigue
siendo un país mucho más pobre que EEUU, ya que los ingresos per
cápita chinos apenas suponen la quinta parte de EEUU, incluso
ajustados al poder de compra. Los países dominantes como Reino Unido
y Estados Unidos siempre han sido países ricos, por lo que no hay
precedentes y en tal caso, si así ocurre también se situaría al
frente la economía de un país sin un sistema político democrático.
Otro
acontecimiento que creemos importante mencionar, se produjo en la
reunión anual del comité de Bretton Woods de este año, donde la
directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, habló
sobre la importancia de las reformas señalando que durante su
mandato el FMI tuvo que adaptarse a las nuevas circunstancias
entregando casi 700 billones de dólares en préstamos con asistencia
en 150 de los 188 países miembros. Cuestionada por la falta de
previsión de la crisis financiera, se escudó en que el problema no
lo vieron de una forma obsesiva citando un documento publicado
previamente a la crisis, donde el anterior director general del FMI
destacaba alguno de los riesgos que estaban surgiendo, sin que fueran
percibidos con una enorme importancia evidenciando claramente la
cultura del fondo por evitar asumir riesgos y culpas. En esta misma
reunión del comité de Bretton Woods el presidente del Banco
Mundial, Jim Yong Kim, hizo referencia al libro de Thomas Piketty
quién señala dos fuerzas principales que han llevado al mundo a la
convergencia: la difusión del conocimiento y la inversión en
capacitación. Explicó que el Banco Mundial durante la crisis se
centró en dar asistencia de emergencia poniendo sus recursos a
disposición de quienes los necesitaban. En esta reunión señaló
que se están preguntando por qué hacer algo en un país puede
costar el triple que en otro, cuando a nuestro criterio una
institución como ellos debería a estas alturas tenerlo claro y si
no que lo consulten con expertos en comercio internacional. Sin
embargo, vemos importante explicar la novedad de que el Banco Mundial
y la Corporación Financiera Internacional (CFI), están trabajando
en crear mercados de capitales en los países emergentes a través de
la venta de bonos en el extranjero en monedas locales destinados a
inversores nacionales e internacionales (ya han emitido unos 8500
millones de dólares en 19 monedas desde 2011). Las emisiones están
centradas en la financiación de temas concretos, estimulando la
actividad económica y desarrollando mercados incipientes en
beneficio de los gobiernos y empresas locales. Estos bonos son
emitidos por la CFI que es una institución supranacional con
calificación AAA, ayudando a crear mercados de capitales con la
atracción de inversores como los fondos de pensiones que quieren
poner su dinero en inversiones de bajo riesgo, teniendo por lo
general exceso de suscriptores. Esto nació hace dos años en la
República Dominicana para financiar a las empresas y compradores de
viviendas, recaudando con la emisión de un bono en moneda local, el
dinero de los fondos de pensiones dominicanos para desarrollar el
sector privado del país y continuaron extendiendo este proceso en
muchos otros de los países en vías de desarrollo.
Se
habla de que Latinoamérica, como actual mayor exportador neto del
mundo y compuesto por países en vías de desarrollo, podría proveer
alimentos a nueve mil millones de habitantes en 2050 y convertirse
así en el granero del mundo según un estudio de Global Harverst
Initiative (GHI), que sólo sería posible lograr si se aplican las
políticas clave en pos de la productividad agrícola. Tanto América
Latina como el Caribe, cuentan con la tercera parte de los recursos
de agua dulce del mundo y grandes extensiones de tierra con gran
potencial para el cultivo, sin embargo, sólo han alcanzado una
fracción de su potencial para aumentar la producción agrícola
tanto para el consumo regional como para la exportación mundial.
América Latina tiene un gran potencial para ayudar a satisfacer, de
manera sostenible y productiva, la creciente demanda de alimentos,
pastos, fibras y combustibles de nuestro planeta, simplemente
poniendo en marcha una agenda de políticas favorables a la
agricultura que atraigan las inversiones e innovaciones necesarias
para convertirse en la despensa global del siglo XXI. Actualmente,
América Latina y el Caribe aportan el 11% del valor de la producción
mundial de alimentos y cuentan con casi el 24% de la tierra
cultivable del mundo. Según algunos expertos, posee el 28% de la
tierra del mundo que se considera con potencial medio-alto para la
expansión sostenible de la superficie cultivada y el 36% de la
tierra está tan sólo a unas seis horas de los mercados locales en
promedio. Cabe destacar, que en otro de nuestros artículos hablamos
sobre que “China podría ser una oportunidad para Latinoamérica“,
donde
explicamos
que el comercio chino se ha multiplicado por 21 en los últimos 12
años siendo este país uno de los actores principales de América
Latina. No obstante, este crecimiento comercial no beneficia sus
balanzas comerciales porque el crecimiento del intercambio es
recíproco, donde América Latina vende principalmente materias
primas y China sus manufacturas tecnológicas simples. También
explicamos la necesidad de que América Latina cambie la actual
tendencia, donde el 80% de su comercio exterior es con países de
fuera de la región, siendo necesario incrementar el comercio
intracontinental de sus manufacturas porque el mismo estaría en un
porcentaje del 20% teniendo aún mucho recorrido, mientras que el
comercio intracontinental asiático estaría en el 53%. Por su parte,
los países africanos con suelos ricos en minerales también se
encuentran entre los países más pobres del mundo, siendo países
subdesarrollados o en vías de desarrollo, donde el 80% de sus
exportaciones son materias primas. China es el tercer socio más
importante de este continente teniendo interés en países de grandes
recursos como lo es Angola por su petróleo y otros cuantos países
por sus minerales. EEUU y Europa también tienen inversiones en estos
países a través de la construcción en general y en la explotación
de hidrocarburos como minerales, pero China gana en influencia.
Actualmente, surge Nigeria con fuerza en el continente dado su rápido
crecimiento en el sector del petróleo, agricultura y minerales
aunque no dejan de tener problemas de estabilidad social.
En
los últimos meses se han aplicado diversas sanciones en contra de
Rusia por parte de Europa y Estados Unidos sin que puedan impedir que
Rusia continue con su política exterior de proponer un cambio en el
patrón monetario utilizado, por lo que actualmente existen al menos
unos 40 bancos centrales de diversos países del mundo que gestionan
reservas de la moneda china (el yuan) y otros tantos han informado
que continuarán con la tendencia. El dato surge del informe
presentado por South China Morning Post donde se manifestó la
existencia de 40 bancos centrales que invirtieron en el Yuan chino y
que dicha cifra va en aumento, lo que permite concluir que la moneda
china se esta convirtiendo en un activo de reserva mundial. Algunos
de los 40 bancos centrales pertenecen a los siguientes países que
detallamos según su continente: En Europa, Austria, Noruega, Francia
y Lituania; Asia, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Macao,
Malasia, Nepal, Pakistán, Singapur y Tailandia; Oceanía, Australia;
América del Sur, Chile, Bolivia y Venezuela; y África, Kenia,
Ghana, Sudáfrica, Nigeria y Tanzania. Además, los países africanos
ya pueden obtener dinero directo de China dados sus crecientes lazos
comerciales. Ya se ha abierto en Frankfurt una
zona de comercio donde sólo participan euros y yuanes, lo que
acentuará la clara tendencia al declive de la moneda americana como
reserva, que ya en 2013 representaba el 33% de las reservas de
divisas mundiales en dólares mientras que en el 2000 eran del 60%
las reservas existentes. Aunque el FMI no da a conocer el porcentaje
de yuanes atesorados como reservas, se comenta que la cifra por
mantener reservas en otras monedas crece en un 400%. China y Rusia ya
han firmado un acuerdo en el que las exportaciones energéticas rusas
serán canceladas en yuanes por parte de China, marcando el punto de
inflexión a la hegemonía del dólar como divisa universal. En el
caso de China, su moneda fortalece las razones de ser reserva mundial
por los verdaderos lazos comerciales que tienen en África, Asia,
Europa y América Latina siendo ya en nuestra consideración una
potencia económica. Creemos que esta tendencia debe
profundizarse y que muchos países latinoamericanos y africanos
deberían sumarse a este proceso de cambio, tomando de reservas otras
monedas y fijando el precio de sus materias primas en otras divisas.
Los países de América Latina y África son ricos por los recursos
naturales que poseen y su capacidad como fuente de alimentos
especialmente los latinoamericanos, ya que las industrias de
productos elaborados en países desarrollados no serían nada sin las
materias primas provenientes de los países en desarrollo. No
queremos hacer apología al comunismo, pero sí a que exista con el
capitalismo una distribución mejor de la riqueza y para ello es
necesario un cambio que no creemos pueda darse con la moneda que
suprimió el potencial de los países ricos por sus recursos y que
hoy están en desarrollo, pero pobres debido al sistema monetario,
especulativo y financiero actual. Si ya existen operaciones donde los
intereses norteamericanos están ausentes, por qué no empezar el
cambio fijando esas materias primas y productos en las monedas
fuertes de aquellos países que intervienen en la operación
permitiendo una mayor estabilidad monetaria al margen de la
especulación. Latinoamérica debería procurar una unión monetaria
similar a la de Europa estrechando aún más sus lazos comerciales y
políticas económicas entre los países que la integran. En la
reunión celebrada este año con motivo del décimo aniversario del
Instituto Fernando Henrique Cardoso (IFHC) en Sao Paulo, los líderes
políticos reunidos pidieron por unanimidad que América Latina se
pronuncie con una sola voz en el escenario internacional y creemos
que sería hora de hacerlo.
En
conclusión, de los datos expuestos entendemos cómo Estados Unidos
llegó a ser una potencia con el proteccionismo y más tarde la
imposición de su moneda. La crisis financiera es el punto de
inflexión en el declive de este país y sin posibilidades para que
Europa, con Alemania a la cabeza como al igual de Rusia que favorece
a China, tome un papel relevante en el escenario mundial. Es entonces
China, quien desempeñará un protagonismo esencial como potencia de
la economía mundial. Creemos conveniente, por los datos que avalan
la cotización justa de la moneda china, que principalmente los
países en vías de desarrollo vayan cambiando del patrón dólar a
un nuevo patrón yuan poco a poco por medio del intercambio comercial
con China. Latinoamérica debería propiciar su unión y establecer
una moneda conjunta que estaría respaldada por sus recursos
naturales y su capacidad productiva de alimentos. Esta moneda podrían
potenciarla en los mercados de capitales vendiendo bonos a inversores
nacionales e internacionales para financiar principalmente las
industrias tecnológicas eficientes y responsables con el medio
ambiente, que permitan una mayor transformación de sus materias
primas en productos manufacturados. Todo esto debe complementarse con
políticas que favorezcan una mayor igualdad entre los países y no
sabemos quién podría ser el organismo capaz de dirigir una hazaña
de tal magnitud cuando los dos principales son incapaces de asumir
sus responsabilidades y estarían bajo la influencia de intereses que
desaprobarían una propuesta como la descrita.
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