INVERSIÓN VS. RECESIÓN EN BRASIL

Autora: Adriana Arismendi Rivas - @Agar04

Brasil, país sudamericano considerado la sexta economía mundial gracias a los planes prudentes de las políticas fiscales y monetarias, además de las reformas macroeconómicas necesarias, han aportado a este una solidez económica para sobrellevar la crisis mundial.

            La economía brasileña ha sido un modelo económico de crecimiento en los últimos años teniendo antecedentes negativos como la inflación, deuda externa, niveles de pobreza, entre otros. Pero las elevadas implicaciones positivas como la tasa de creación de empleo, redistribución y ampliación de la riqueza en el conjunto de la población, la alta tasa de inversión en infraestructuras y actividades económicas de valor añadido es lo que lo ha hecho crecer en los años de recesión económica mundial.

         Pero realmente que esquema económico cumple Brasil, cuando vemos ahora un estancamiento en su crecimiento y una recesión comparado a los últimos años.

           El crecimiento del PIB brasileño de los últimos años refleja una situación similar en varios países latinoamericanos que han aprovechado los elevados precios de las exportaciones y el crecimiento del mercado interno, manteniendo altos niveles de consumo con recaudación tributaria e interés foráneo por invertir en la demanda doméstica sólida. Cosa que a favorecido a unos, más que otros por la extensión de sus territorios y de los productos ofrecidos en el mercado.

          Brasil ahora con signos de agotamiento por los cambios de la forma de hacer política, debido a las debilidades intrínsecas como la revalorización inaceptable de la tasa de cambio de la moneda local, los elevados índices de inflación que fuerzan políticas macroeconómicas de ralentización del crecimiento, la bajada de precios de las exportaciones brasileñas, la continua demanda de aumentos salariales y la perdida de competitivas en la esfera internacional; muestran a un país más semejante en crecimiento de su entorno geográfico como México y Chile, lejos de ser referente de los BRIC (China e India).

           Los principales sectores económicos de esta nación es el primario, ya que posee abundantes recursos naturales, es el tercer exportador mundial de productos agrícolas y el primer productor mundial de café, caña de azúcar, naranjas, el segundo mayor productor de soja y el primero en la exportación de esa oleaginosa. En 2012 las exportaciones de este sector sólo representaron el 5.5% del PIB siendo escaso su aporte pero representativo de las exportaciones con un 40%.

       De cara al futuro, el principal reto al que se enfrenta el sector agrícola brasileño es el de mantener el ritmo de modernización iniciado, al mismo tiempo que se incrementa la producción y su capacidad exportadora. Por otra parte, Brasil está afrontando también el reto de desarrollar la agricultura de pequeña explotación, que sufre problemas de escasa capitalización y mecanización de difícil acceso a los mercados nacionales e internacionales.

 

          En el sector industrial, es el segundo exportador mundial de hierro y uno de los principales productores de aluminio y hulla, además productor de petróleo, con propuesta de autoabastecimiento a corto plazo para convertirse en uno de los cinco principales productores de petróleo. Así mismo la influencia en el sector textil, aeronáutico, farmacéutico, automovilístico, siderúrgico y químico ha establecido unidades de producción en el país, generando un 25% del PIB.

La industria de transformación brasileña se ha visto afectada negativamente en los últimos años por una serie de factores, como la evolución del tipo de cambio, la competencia internacional y el “coste Brasil” - costes relacionados con la burocracia o la deficiencia en las infraestructuras -, entre otros. Precisamente para hacer frente a los problemas derivados de un tipo de cambio desfavorable para la industria nacional, en agosto de 2011 el gobierno lanzó el Plan “Brasil Maior”. El Plan constituye una política industrial, tecnológica, de servicios y de comercio exterior hasta 2014. Centrado en el estímulo a la innovación y a la competitividad de la industria nacional, teniendo como principal objetivo ampliar la inversión, producir más, disminuyendo el consumo de energía por unidad del PIB industrial, diversificar las exportaciones y elevar la participación nacional en los mercados de tecnologías, bienes y servicios para energías.

Por último el sector terciario representa dos tercios del PIB 68.5% y emplea a 60% de la población activa. Pero este es un sector con un carácter fuertemente inflacionista, propiciado por su menor exposición a la competencia internacional. El turismo es un negocio que aún le falta llegar a las expectativas de consumo, ya que la inseguridad ciudadana, la escasez de mano de obra especializada, la falta de Know–How turístico y la carencia de infraestructuras son factores que han impedido el crecimiento pleno del sector.

Así mismo, el sector de telecomunicaciones representa el 7% del PIB, con un 29% de participación en la Bolsa, teniendo la mano de obra más especializada y numerosa en tecnologías de la información (TI) de Latinoamérica, pero su alta cuota de importación de componentes electrónicos repercute en los precios de los fabricantes y montadores de equipos electrónicos y de telecomunicaciones.

Brasil a pesar de los conflictos sociales y las desigualdades que posee, es un mercado para invertir principalmente en el sector primario ya que con su extensión territorial y fuentes de materias primas, contará con reservas importantes a largo plazo y es necesario mantener el ritmo de modernización iniciado.

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Hasta el próximo artículo...

Adriana Arismendi
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