Las
economías emergentes latinoamericanas mantendrán la senda del
crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) acompañadas por la alta
dependencia en los precios de las materias primas, los desbarajustes
internos políticos y sociales, unidos como siempre a importantes
tasas de inflación.
Las
cifras económicas demuestran que la economía latinoamericana en su
conjunto se viene desacelerando durante el año 2012 después de la
rápida recuperación de la crisis mundial de 2008, no obstante,
economistas de organismos internacionales, bancos de inversión y
grandes consultoras esperan que el 2014 sea mejor que el 2013. Esto
es debido al cambio en la política económica de EEUU, que ha
decidido empezar a revertir un ciclo de 5 años de dólar barato, que
en su momento incentivó la inversión en productos básicos y
mercados emergentes; y ahora motiva que los altos precios de las
materias primas comiencen a caer y los capitales especulativos a
marcharse.
Debo
aclarar que los pronósticos son simplemente eso, algo que puede ser
y estamos acostumbrándonos a que a veces sean equivocados, por lo
que deben tomarse como una guía ante la incertidumbre latente en un
mundo globalizado.
Analizando
las perspectivas de crecimiento individuales de los países que
forman parte de Latinoamérica, y según los datos revelados por una
importante firma británica que elabora promedios en base a los
pronósticos de consultoras y bancos, se observan predicciones muy
dispares para la región.
Brasil,
tras el 0,9% del año 2012 registró en 2013 un crecimiento estimado
en el PIB del 2,3%, a pesar de haber sido un año en el que
estallaron diversas protestas sociales. Los expertos prevén un
crecimiento del 2,7% para el 2014, ya que este año en este país se
celebran elecciones presidenciales donde Dilma Rousseff busca su
reelección y se celebra el Mundial de fútbol. Podemos comentar que,
en este caso, existen disparidad de vaticinios entre el más
pesimista del 1,8% al más optimista del 3,5%; debido a que la
expansión brasileña depende más de los precios de las materias
primas, fuertemente influidas por la economía china y su mercado
interno, que del norteamericano. También, afectado por la reciente
devaluación de Argentina, Brasil va a perder parte de sus
exportaciones con la crisis en el país vecino, por lo tanto, si no
busca mercados alternativos, como Asia y México, para redireccionar
sus productos, puede que estas predicciones se queden muy lejos de la
realidad. Calculan una inflación del 6% en 2014, después del 5,6%
en 2013.
México,
como segunda economía de la región, pasó del 3,8% de crecimiento
del 2012 al 1,3% de crecimiento estimado del PIB en 2013. Esto
ocurrió debido a las reformas implementadas en el país en el sector
energético, fiscal, educativo y de telecomunicaciones, combinadas
además con noticias de violencia y de formación de milicias
paramilitares para controlarlas. Para 2014, los expertos auguran un
crecimiento del 3,4%, gracias a la demanda de EEUU y el aumento de
las inversiones chinas en minería, energía e infraestructuras.
Calculan una inflación que subirá relativamente poco, pasando del
3,8% del 2013 a un 3,9% para este año.
Respecto
a Argentina, todos coinciden en la escasa credibilidad de sus
estadísticas, que incluso no son tenidas en cuenta por el Banco
Mundial. Considerando los datos revelados por la oposición al
Gobierno de Cristina Fernández, podríamos decir que el PIB creció
del 0,3% del 2012 al 3,1% en 2013 aproximadamente. Para 2014, se
espera un incremento en el PIB del 1,8%. Debemos considerar que la
economía argentina depende principalmente de la economía de China y
Brasil, de su mercado interno y de la cosecha agrícola de EEUU, que
influyen en la determinación del precio de las materias primas
agrícolas de exportación. En este país, como en cualquiera de los
otros países latinoamericanos, un factor endógeno clave es la
inflación, prácticamente incontrolable en su historia, que fue
calculada de forma privada en un 26,6% en 2013 y que podría llegar
al 27% en 2014, no obstante, devaluación por medio podría hacer que
estás previsiones se disparen, a expensas de las siguientes medidas
que establezca el gobierno argentino.
Venezuela,
tuvo una ralentización importante en su PIB pasando del 5,6% de
crecimiento del 2012 al 1,3% en 2013. Esto ha ocurrido porque la
economía venezolana fluctúa de acuerdo a sus problemas internos,
además de la evolución del precio del petróleo, que no sólo
depende de China, EEUU y la Unión Europea, sino también de Oriente
Próximo. Este pasado año los problemas internos debido a la muerte
de Chávez y la postulación del elegido Maduro ha llevado a un
fuerte debilitamiento de su economía, por lo que las estimaciones de
crecimiento del PIB no son muy alentadoras y se aproximan al 0,5%. El
Gobierno de Nicolás Maduro reconoció una inflación del 56,2%, por
lo que los pronósticos a este respecto, sin que lleguen a dar una
cifra alta porque en este caso la realidad superó todas las
predicciones, afirman que seguirá siendo alta para este 2014.
Colombia,
que había crecido en 2012 un 4,2% y redujo su crecimiento al 3,9% en
2013, para el año 2014 se estima que crezca hasta 4,6%, desde
algunos puntos de vista una previsión muy optimista, ya que en este
año el presidente Juan Manuel Santos aguarda una reelección y es un
país al igual que Venezuela que depende mucho de los precios del
petróleo, además del precio de los minerales. La inflación en
2012 fue del 2,4% y la del 2013 del 2,27%, por lo que se espera que
se mantenga la misma en cifras similares para el 2014.
Chile,
que pasó de crecer del 5,6% del 2012 al 4,2% en 2013, parece que no
dejará de tener un decrecimiento moderado, ya que las predicciones
de crecimiento para el 2014 dicen que no superaría el 4,1%. Este año
está marcado por el regreso de la socialista Bachelet al poder que
viene de ganar las elecciones en una segunda vuelta. Este país tiene
una gran dependencia de las exportaciones de cobre que representan la
mitad de las mismas y cuyo precio depende en mayor o menor medida de
la robustez de China. Es uno de los grandes países de Latinoamérica
con tasas bajas de inflación, siendo del 1,5% en 2012 y en el 2013
del 2,2%, por lo que se augura del 1,8% para el 2014.
Perú,
donde el 55% de lo exportado son minerales (cobre y oro - este último
con un precio en caída durante 2013, luego de un crecimiento
ininterrumpido desde el 2000), había crecido en 2012 un 6,3% pasando
al 5.2% en 2013. Bajo el mandato del Presidente nacionalista Ollanta
Humala se presume que el crecimiento se mantenga moderado en una tasa
del 5,5% para el 2014. La inflación estará contenida en torno al 3%
para el 2014, siendo la del 2013 del 3,28%.
El
resto de países latinoamericanos no están alejados de los datos de
sus vecinos, con tasas de crecimiento positivas y, asimismo,
mantendrán cifras de inflación similares. El factor común de estas
economías radica en la desigualdad social y la influencia en los
precios de las materias primas.
Es
necesario reconducir estas economías a la producción de productos
manufacturados, combatir la corrupción interna, mejorar la
distribución del ingreso para palear la desigualdad social y mejorar
las infraestructuras que potencien la comercialización internacional
de sus productos.
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